Me llamo Daniel y soy el fotógrafo detrás de PERRO QUE RÍE.
En 2007 decidí que quería estudiar fotografía. Durante cuatro años me preparé, me enamoré tanto que decidí embarcarme en esta dura, pero a la vez, una de las más bonitas profesiones.
En casa había una vieja Agfa de mi abuelo que aún usábamos bien entrada la era digital, era la única cámara que poseíamos. Eso junto a la gran cantidad de fotos en papel y álbumes familiares que siempre teníamos, seguro fueron buenos ingredientes para que me interesara en este mundo.
Recuerdo perfectamente el momento en el que dije: “Quiero dedicarme a esto”. Fue mientras tenía mi primera experiencia profesional en el diario de mi ciudad, Cádiz. Allí descubrí el documentalismo, la fotografía de calle, autores de referencia y un mundo nuevo.
Justo durante el comienzo en ese diario, en casa decidimos adoptar a un nuevo miembro de la familia: nuestro perro Lorenzo.
Se dice que en ‘casa del herrero cuchara de palo’ y lo cierto es que durante los ocho años que nos acompañó apenas tengo unas fotografías como las que hago con este proyecto.
Seguro es una de las razones por las que hago esto. Quiero que la gente tenga lo que no tuve yo. Creo firmemente que no hay mejor recuerdo, visual y tangible en cierta medida. A las fotos yo las llamo tesoros. Es lo que son.
Tras más de cuatro años con el proyecto PERRO QUE RÍE puedo decir que es el tipo de fotografía más maravillosa y agradecida que he hecho.
D.