Ser fotógrafo de perros en 2023 es algo que causa sorpresa. Este tipo de fotografía no parece habitual aún para el público en general, e incluso es algo extraño y que también genera cierta confusión.

«¿Has contratado un fotógrafo de perros? Uy por dios.» Es un comentario que un par de clientes han recibido en alguna ocasión.  También me han recomendado buscar sesiones a través de determinados ambientes donde había dueños «más elitistas», o comentarios de que tal perro era ideal y merecía la pena ser retratado.

Repito, durante estos dos años he escuchado esas frases a cuenta gotas. Pero en un pequeño porcentaje, hay gente que concibe mi trabajo enfocado a una clase muy exclusiva.

Es un pensamiento totalmente erróneo. Querer tener un recuerdo con tu perro no es un lujo, no te convierte en una persona ‘chic’. Las tarifas suelen estar al alcance de cualquier persona.

Una pequeñísima inversión que será para toda la vida. Este es un factor importante, muchas personas no valoran una fotografía con su perro HOY. Pero el VALOR de esta fotografía se MULTIPLICA con el TIEMPO. En los últimos meses he recibido muchos mensajes de familias que han perdido a sus perros y a las que retraté, todas me daban las GRACIAS por conseguir un recuerdo tan grande. Es ley de vida, ellos se marchan antes.  

Me es indiferente la raza, la edad, si tiene pedigrí, si es adoptado, le falta una patita o un ojo. Mi trabajo es retratarte junto a el, no hay más. Quiero que tengas las fotos que te van a servir dentro de 15 años para verlo y recordarlo.

Defiendo que debemos de tener fotografías con nuestros seres queridos y un perro lo es, como un miembro de la familia más.